sábado, 19 de julio de 2008

Ricardo Mirolo

"Desde chico me interesaron los caudillos, Orlando Díaz Bazán, tío mío profundamente riojano me llevópor los caminos de la historia de tierra adentro. Allí también peleaban ellas, las mujeres, muchas detrás de sus hombres y tantas veces siendo el ejemplo de un valor incondicional. Siento un profundo un profundo respeto por estas mujeres que dieron su vida por esta patria y soportaron hasta el olvido sin una queja. Por eso espero que este pintor que se aquerenció en mí hace tantos años pueda traer sus rostros para recordarlas. No sé si podré darles el lugar que se merecen por la inmensidad de su silencio y el peso de su sombra, sólo puedo conjugar mi anhelo inspirado en la grandeza de sus nombres"


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