jueves, 6 de marzo de 2008
SOLIS, la marca del toro.
Su ojo talentoso, sabe encontrar la naturaleza en permanente cambio.
Sus imágenes se idealizan y se detienen en el instante de la creación mientras responden al sentido clásico y perdurable de la belleza.
Así las formas de los toros, sugiere que en los próximos instantes habrá otro movimiento.
Solis ha nacido con ese destino del arte, mira como escultor. Todo a su alrededor es visto con ese prisma que se transforma en metal, pero trasmite un sentimiento.
Indudablemente el escultor ha sacado de su interior la bravura del toro, pero a su vez, el toro ha manifestado en él, la nobleza, que es la hermosa cualidad del burel.
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